
Hay recetas que no solo se cocinan, se viven. El pollo a la lata de cerveza —también conocido como “pollo violado”, aunque yo prefiero llamarlo el trono del pollo real— es uno de esos platos que levantan cejas y despiertan el apetito en cualquier reunión.
Esta técnica nació del ingenio parrillero: consiste en clavar el pollo en una lata de cerveza para mantenerlo en vertical y, de paso, infusionarlo con el sabor de la birra. Hoy, gracias a los soportes de cerámica para asar pollos (descubre más sobre soportes para asar pollos en kamado), podemos lograr lo mismo sin riesgos, ni metales raros cerca de nuestra comida.
Receta de Pollo a la lata de cerveza en Kamado
Ingredientes principales del Pollo a la lata de cerveza
- 1 pollo mediano de 2kg o 3kg
- 2 dientes de ajo grandes, pelados y machacados
- 1 lata de cerveza (si sobra es para el parrillero)
Ingredientes para el aderezo
- ½ cucharadita de azúcar morena
- ½ cucharadita de sal
- ¼ cucharadita de pimienta negra molida
- ¼ cucharadita de piel de limón rallada
- ¼ cucharadita de perejil
- ⅛ cucharadita de ñora triturada
Ingredientes para el glaseado (opcional)
- 2 cucharadas de miel
- 2 cucharadas de mantequilla sin sal
Cómo hacer Pollo Violado o Pollo a la lata de Cerveza en Kamado
1. Prepara el kamado
Calienta tu kamado a 230°C (450ºF) con configuración de método indirecto. Es decir, piedra deflectora colocada para evitar fuego directo bajo el pollo. Esta receta va de cocción lenta y abrazos de humo.
2. El aderezo
En un bol pequeño, mezcla bien todos los ingredientes del aderezo. Masajea el pollo con cariño, que se impregne bien por dentro y por fuera. Este paso es clave para despertar el sabor.

3. El trono cervecero
Vierte la cerveza en el soporte cerámico. Añade un diente de ajo machacados. Coloca el pollo encima del soporte, con las patas hacia abajo, como si estuviera sentado. Forma una especie de trípode entre el soporte y las patas del pollo.
4. Hora del show
Coloca el pollo en vertical sobre la rejilla del kamado, tapa cerrada, y deja que el fuego haga su magia.
Cocínalo hasta que la pechuga llegue a 70°C (160ºF) y los muslos a unos 80°C (175ºF-180ºF) . Esto suele tardar entre 40 y 50 minutos, pero no te fíes solo del reloj, usa termómetro.

5. Mientras tanto, el glaseado
Mientras se cocina el pollo, prepara el glaseado dulce en una sartén mezclando la miel y la mantequilla en un cazo pequeño a fuego medio. El glaseado es opcional según tus gustos, pero si decides usarlo, este toque dulce al final es como el aplauso tras un buen concierto. Da brillo, sabor y ese puntito pegajoso irresistible.
6. Final y descanso
Saca el pollo del kamado con cuidado (¡estará ardiendo!). Si vas a usar el glaseado, pincélalo en caliente.
Déjalo reposar 10 minutillos antes de trincharlo. Esto es como dejar reposar un buen vino… los jugos se reparten y el pollo queda jugoso y tierno.
Conclusión
Este método es divertido y queda espectacular en la mesa, pero no es el más preciso si buscas una cocción completamente uniforme. En los kamados, la parte superior suele estar más caliente que la inferior, así que la pechuga se hace antes que los muslos. Por eso, para pollos grandes yo suelo recomendar el estilo mariposa (abierto y plano), que cocina todo de forma más homogénea.
Pero oye, para un pollo mediano, este ritual funciona y da espectáculo. Ideal para una primera cita con tu kamado o para impresionar al cuñao en la próxima barbacoa.
“El kamado no es solo una forma de cocinar, es una declaración de intenciones. Y este pollo lo deja clarito.”
